'Joy': La mujer de la fregona

A diferencia del otro biopic (Steve Jobs) estrenado recientemente en España en el que se hablaba mucho y no ocurría nada, en Joy si ocurren cosas, pero cosas que sinceramente no me interesan. Dirigida por David O. Russell «al que en mi honesta opinión siempre le acompaña una irregular narración», la película está realizada con una discreción formal que solo Jennifer Lawrence rompe con una actuación tan contenida pero capaz de llamar la atención y llenar a su personaje de luz. La película inspirada en la vida de Joy Mangano, inventora y uno de los rostros más conocidos de la teletienda americana, deambula entre la sátira y el melodrama pero no llega a encontrar equilibrio.

El film deja con la sensación de creer estar contándonos algo casi transcendental, pero lo hace desde una superficialidad que va resultando más fastidiosa a medida avanza el metraje. Joy habla de una mujer estresada, con buenas intenciones, que es un icono del gran sueño americano, que no admite el fracaso y con una asombrosa habilidad para superar todos los obstáculos que le van surgiendo en su camino, desde su peculiar familia hasta las dificultades con las que se va encontrando para sacar adelante una gran idea.

Joy es una discreta historia hecha y escrita para lucimiento de Lawrence, con algunos problemas de dispersión que son compensados por la capacidad de la actriz de equilibrarlos a través de su gran actuación. Un relato con una narración y ritmo desiguales, con caídas continúas en la monotonía y vertiginosos impulsos de adrenalina. Jennifer Lawrence evita el hundimiento de la película, pero no es suficiente para que merezca la pena verla.